(Diari de Girona, 26 de marzo de 2023) Una pregunta que se nos plantea con frecuencia a los federalistas es por qué queremos un mundo federal y por qué insistimos que es urgente hacerlo realidad ahora. La respuesta más directa a esta pregunta que podemos dar es que el estado nación, con sus fronteras y sus sentimientos identitarios cerrados, no sólo no era capaz de dar respuesta a la complejidad de las sociedades del siglo XX. En el siglo XXI es además un obstáculo para hacer frente a los grandes retos que tiene planteada la humanidad como el cambio climático, la desigualdad, las migraciones o la pobreza.

Los federalistas creemos que los grandes problemas de los cuales depende nuestro futuro sólo tendrán solución si nos organizamos de otra manera, porque vivimos en un mundo globalizado y necesitamos soluciones globales, compartidas y coordinadas. Y esto es justamente lo que propone el federalismo.

Los federalistas creemos que es urgente encontrar solución a las crisis políticas e institucionales que generan los nacionalismos y el Estado nación pero aspiramos también a crear un mundo más integrado y más democrático. Creemos que las identidades diversas no justifican levantar nuevas fronteras y que lenguas y culturas diversas no son un problema. Representan, como decía Claudio Magris en su discurso de aceptación del premio príncipe de Asturias hace unos años, un enriquecimiento que continúa con la tradición europea de apertura, de integración, de identidad que se transforma con el paso del tiempo sin desnaturalizarse.

Hace unos días participé en un debate en el centro cultural La Mercè sobre modelos federales organizado por la cátedra Walter Benjamin de la UdG y Federalistes d’Esquerres de Girona. Mi cometido era intentar explicar estas cuestiones pero también por qué hay sociedades que no serían posibles sin el federalismo. Y el ejemplo que di fue el de la India, la democracia no occidental más grande del mundo y un país que no sería posible sin una organización federal. Porque es un territorio que, como Amartya Sen siempre recuerda, ha tenido el reto de articular la diversidad de lenguas, de culturas, de religiones y de sentimientos identitarios más compleja del mundo.

Con una población en torno a 1.428 millones de habitantes, la India tiene 705 grupos étnicos oficialmente reconocidos y casi 20.000 lenguas y dialectos, de los cuales su constitución reconoce 22 como oficiales, aunque deja abierta la posibilidad para que los otros sean utilizados oficialmente en las diferentes unidades territoriales. Para articular esta complejidad, se organiza a través de veintiocho estados y ocho territorios, es decir, treinta y seis unidades territoriales gobernadas con diversos grados de autonomía y diferenciadas individualmente con características específicas. El federalismo indio no sólo reconoce asimetrías entre regiones y dentro de las mismas regiones, sino que establece diferencias entre áreas geográficas que pueden abarcar varios estados.

Nunca pensamos en la India como un modelo federal a seguir pero lo cierto es que sería imposible su existencia sin esta forma de gobierno. Si intentáramos poner fronteras en su territorio y crear estados étnicamente independientes, lo que sucedería sería bastante parecido al polvorín que se creó con la desintegración de Yugoslavia (pero a gran escala) porque es imposible poner fronteras en la India sin separar a personas que tienen cosas en común.

Juan José Linz decía que el federalismo es una manera de reunir aquello que no se puede dividir. Una solución más constructiva y menos conflictiva para organizar las comunidades que viven entremezcladas, que tienen vínculos estrechos entre sí o que tienen identidades múltiples. Algo que los federalistas creemos que no es un problema porque la diversidad enriquece a las sociedades.

Dante decía que había aprendido a amar con todo su corazón a Florencia bebiendo el agua del Arno porque le había hecho comprender y sentir que nuestra patria es el mundo, de la misma manera que el mar lo es para los peces. Lo federalistas somos como los peces: nuestra patria es el mundo y queremos construir nuestro futuro conviviendo y colaborando más allá de las naciones y las banderas.

Diari de Girona, 26 de marzo de 2023

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